Este conejo travieso es el compañero perfecto para los bebés en etapa de dentición. Con su doble función de sonajero y mordedor, los pequeños pueden disfrutar de sus suaves sonidos y, al mismo tiempo, aliviar el dolor de sus encías con sus orejas texturizadas. Además, el conejo es fácil de sostener y manipular, ayudando a mejorar las habilidades motoras.